¡Hola a todos!
El otro día empecé este diario (no diario) de mi experiencia de prácticas. El lunes ya os dije en la primera entrada que me quedaron pocas cosas por hacer, porque pude estar con una auxiliar de conversación, estar presente en un examen y asistir a al menos una clase de cada curso de la ESO. Pues ya en mi segundo día me tocó estar en el patio y además tuve la oportunidad de estar en una sesión de tutoría. Y de esto precisamente os quiero hablar hoy.
Se acerca el final de la segunda evaluación, así que la tutoría consistió en evaluar la marcha de esta evaluación, tanto a nivel grupal como a nivel individual. Me gustó mucho la organización que siguieron en distintos apartados:
- Marcha académica: a nivel general, la tutora preguntó qué resultados va a obtener el grupo-clase, especialmente en comparación con la primera evaluación.
- Actitud general: pidió que los propios alumnos evaluasen si su comportamiento como clase había mejorado o no.
- Casos puntuales: hablaron de las personas sobre las que habían comentado problemas de comportamiento en la evaluación anterior, y la profesora pidió que los alumnos valorasen si hubo una mejoría o si todo lo contrario.
- Profesores: pareció ser el tema del que los chicos sacaron más chicha, pues debían intentar hacer críticas constructivas sobre sus profesores. También compararon los comentarios que habían hecho en la evaluación del primer trimestre y comprobaron que los profesores intentaron mejorar aquellos aspectos de los que ellos se habían quejado.
- Relaciones: el grupo-clase en general tiene muy buena relación entre sí, por lo que solamente comentaron un caso puntual en el que dos alumnos no se pueden aguantar. Aquí salió el tema de la mediación.
Puede que otro día os haga una recopilación de todas las críticas constructivas que hicieron los alumnos. Para ser tan pequeños (son los de primero de la ESO) hicieron algunos comentarios muy acertados de los que creo que más de un profesor podría aprender mucho. Sin embargo, hoy me voy a centrar en lo que más me llamó la atención: la mediación.
No sé si en vuestra época de estudiantes os tocó vivirlo, pero cuando yo estaban en la ESO o en Bachillerato no existía el concepto de mediación. O al menos no en mi centro, que es donde estoy haciendo ahora las prácticas y donde sé que se implantó hace ya algunos años.
Si no sabéis lo que es la mediación, os invitó a que echéis un ojo a la explicación que tienen colgada en la página del colegio. Esta es la definición que dan:
A mediación é unha maneira de resolver os conflitos na que unha terceira persoa (mediador ou mediadora), intenta que as partes en conflito cheguen a un acordo mediante o diálogo.
En este centro escogen a alumnos para que se preparen durante el primer trimestre del año escolar para así poder ejercer como mediadores a partir del segundo. Me parece una idea muy interesante, pues, poniéndome en la piel de los adolescentes, puede que resulte más sencillo hablar de conflictos y problemas con un igual en lugar de con un profesor o, ¡válgame Dios!, el orientador del centro.
En la tutoría salió el tema de la necesidad de mediación entre dos alumnos, pero no es el único curso en el que se plantean tomar esta medida como solución a un problema que entre los alumnos implicados y el profesor-tutor no parecen ser capaces de arreglar.
¿Qué opinión os merece la figura del mediador? ¿Habéis tenido ocasión de ser testigos de algún caso de mediación?
¡Nos leemos!
Xa vexo que estás facendo as prácticas en Salesianos. A mediación é un enfoque moi interesante para a resolución de conflictos e mellora da relación social nun centro. No meu non existe, aínda que é algo que penso se debería valorar no futuro. Supón moito traballo para poñela en marcha pero penso que pode ser algo moi positivo. Vou volver insistir de cara ao curso próximo.
ResponderEliminarHola, Luz:
EliminarSí, estoy en Salesianos. Soy antigua alumna y comulgo con las ideas del centro, así que me parecía una buena idea hacer las prácticas allí. Cuando yo era alumna no existía todavía la figura del mediador, pero por lo que me han contado tanto alumnos como profesores, está funcionando muy bien el sistema. Lo que todos me han dicho es que muchos de los alumnos se sienten más cómodos a la hora de hablar con otros chavales (aunque sean mayores) que con un profesor. Aunque es cierto que a veces no es suficiente y los profesores tienen que intervenir, y conlleva mucho trabajo previo, a mí me parece una idea fenomenal.
A ver si consigues que lo pongan en marcha en tu instituto, aunque sea cuando tú ya no estés por allí.