14/3/16

Un curso, dos grupos, tres clases

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Hola a todos:

Me pongo hoy ante el teclado para escribiros después de dejar que se me pase el subidón de dar mi primera clase. Después de la semana en la que estaban de exámenes hasta arriba, tocaba empezar unidad nueva, así que era la ocasión perfecta para tener mi primer contacto con la docencia en mis propias carnes.

UN CURSO

Como ya dije en mi primera entrada sobre mi aventura de prácticas, tengo la suerte de poder estar de observadora en todos los cursos de la ESO. Para dar clases, eso sí, tuve que decidirme por un solo curso. Elegí 3º ESO porque quería dar clase en un curso en el que ya estuviese implantada la LOMCE, y entre primero y tercero, mi tutora me aconsejó escoger este curso porque hay más "chicha" que enseñar.

DOS GRUPOS

El centro en el que estoy tiene dos grupos por cada curso, así que me toca dar clase en los dos terceros. Me habían advertido que ambas son clases muy movidas, porque los alumnos son todos muy habladores. Ahora que ya me he puesto frente a ellos, puedo confirmar que no me mentían: hablan por los codos. 

En ambos grupos hablan mucho entre ellos, pero encontré diferencias importantes. En una de ellas, pedí voluntarios para una actividad, y me fue imposible contar las manos levantadas, pero en la otra tuve que sacar "voluntarios forzosos". 



TRES CLASES

En esos dos grupos tan diferentes, era imposible hacer una clase igual. Entonces, ¿por qué digo tres clases y no dos? Pues porque en cada grupo hice una clase distinta, y ninguna de ellas fue tal y como la había preparado. 

Yo llevaba un papelito en el que había escrito una guía con las actividades que pretendía hacer. Tenía miedo de que me quedases demasiado tiempo libre, aunque iba bastante tranquila porque llevaba al Minimax Teacher en la cabeza. Sin embargo, resultó que con lo que se metieron en una actividad en un grupo y lo pasotas que estaban en el otro, en cada sesión hice solo parte de las actividades.

REFLEXIÓN

Es normal tener nervios antes de una clase. Ana misma nos confesó en sus clases que ella cada curso duerme mal la noche anterior al comienzo de curso. Sin embargo, si llevas preparada tu clase, las cosas no tendrían por qué salir mal. Y es que hacer algo diferente a lo que llevabas preparado no es nada malo (ya sea por añadir cosas o por tener que reducir la cantidad de actividades que llevabas pensadas como me pasó a mí). 

Como aprendimos en el máster, si algo está funcionando, sigue con ello. Y si no, no pasa nada por cambiar de actividad. Lo importante es tener claro lo que quieres conseguir. Yo hoy, después de mis dos primeras clases, me quedé con el buen sabor de boca de saber que lo que hice sirvió.

Me encantaría poder saber qué tal fueron vuestras primeras clases. ¿Fueron bien? ¿Estabais nerviosos? ¿Pusisteis en práctica alguna actividad de las que vimos en clase?

¡Nos leemos!

2 comentarios:

  1. Que ben estás enfocando as túas prácticas, Carmen! O dos "voluntarios forzosos" (ou, como lle copiei a a unha alumna de prácticas, "volunteers or victims") é algo ao que hai que recurrios ás veces, porque non podemos perder tempo en que alguén se anime. Así a próxima vez se cadra hai voluntarios de verdade!
    Ánimo, e para diante.

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Luz!

      Me ha gustado eso de "volunteers or victims", la verdad. Tienes toda la razón en decir que de vez en cuando es necesario sacar a los voluntarios forzosos. La verdad es que no tengo queja, a todos los que pedí que salieran lo hicieron y participaron sin quejarse.

      ¡Gracias por el comentario!

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