Como futuros
profesores, es interesante conocer la situación de España con respecto a otros
europeos. De acuerdo con los datos que presentan el Estudio europeo de competencia lingüística
(EECL) y el informe Cifras clave de la Educación 2012 de Eurydice, la media de edad de comienzo
de la educación obligatoria oscila entre los 5 y los 7 años en Europa. España
se sitúa en los 6 años; esta misma edad es a la que comienza obligatoriamente
la enseñanza de segundas lenguas, que coincide con la media europea (5-6).
La primera lengua
extranjera más estudiada en Europa es el inglés, al igual que en España.
Asimismo, en la mayoría de países es obligatorio el aprendizaje de tan solo una
lengua extranjera, como en el sistema educativo español. Del mismo modo, en
España se establecen unas horas mínimas de enseñanza de lenguas y existen
recomendaciones sobre el contenido de la formación inicial de los futuros
profesores de lenguas extranjeras, como en la mayor parte de Europa.
De acuerdo con el
EECL, España se sitúa en la media europea en la
destreza de comprensión lectora de la primera lengua extranjera y en todas las
destrezas en la segunda lengua extranjera (francés). Sin embargo, los
resultados en las demás destrezas de la primera lengua extranjera están por
debajo de la media europea, especialmente los de la comprensión oral.
Eurostat presenta que, en general, los españoles solo conocen una lengua
extranjera, al contrario que en otros países de pequeño tamaño. El Eurobarómetro sitúa a los españoles por detrás de la media
europea en cuanto a la comprensión de una segunda lengua se refiere (Europa:
54%, España: 46%) y a la comprensión de las noticias globales a través de radio
y televisión en otras lenguas (Europa: 25%, España: 12%). Nuestro país obtiene sus
peores resultados en comparación con otros países europeos en los informes PISA.
Uno de los países
cuyo sistema educativo es más envidiado es Finlandia, que obtiene unos
resultados claramente mejores a los españoles. A grandes rasgos pueden parecer
sistemas similares, pero hay ciertas características especiales del sistema
finlandés que conviene pararse a analizar: estructurales, sociales y educativas.
Estructurales
En Finlandia
resulta complicado acceder a los estudios que habilitan para la docencia, por
lo que solo un 10-15% de los solicitantes consiguen entrar. También los equipos
de profesores que se crean en las escuelas están muy consolidados pues el
director elige al cuerpo docente. Asimismo, existe menos burocracia que en
España y el sistema permite ofrecer clases para los padres en las propias
escuelas.
Sociales
La educación es
completamente gratuita, por lo que se proporciona comida, material y transporte
a todos los estudiantes, creando escuelas igualitarias. Al ser escuelas
públicas, los padres pueden asistir a las clases, aunque están bien comunicados
con los centros gracias a una plataforma que los profesores actualizan a
diario. Además, el Estado permite que los padres reciban bajas por maternidad y
paternidad hasta los 3 años de los hijos de manera alternante.
Educativas
En las escuelas finlandesas, las clases duran 45
minutos y en la jornada intensiva hay 5 o 6 descansos de 15 minutos, para
adaptarse a la capacidad de atención de los alumnos. En cada aula hay un número
reducido de alumnos (18-20) y, si es necesario, los centros cuentan con
profesores de apoyo. Además, la educación no se limita al aula, sino que otros
momentos, como la comida, son aprovechados como oportunidades educativas.
En mi opinión, hay
características del sistema finlandés que podrían funcionar en nuestro país. Considero
que se podrían adaptar los horarios muy fácilmente para crear un ambiente más
propicio a la enseñanza, se podría plantear la incorporación de más profesores
asistentes (auxiliares de conversación nativos para la enseñanza de idiomas
sería un gran paso) e incluso el número de alumnos por clase podría reducirse.
Podría tratar de
implicarse más a los padres en la educación de sus hijos ofreciendo cursos
formativos para ellos. También se puede seguir trabajando en la comunicación
entre las familias y el centro: ya se han dado los primeros pasos, pues ya
existen las plataformas como en Finlandia.
También sería
importante trabajar la formación de los profesores, al igual que ofertar
educación pública y gratuita para todos. Estos aspectos podrían ser muy
difíciles de modificar debido a la cultura española y a la situación
económico-política de España. Por eso considero que empezar por los demás
aspectos sería un buen primer paso para intentar mejorar nuestro sistema
educativo basándonos en otro que sabemos que funciona.
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