17/1/16

TEMA 7. LA SITUACIÓN DE ESPAÑA CON RESPECTO A OTROS PAÍSES EUROPEOS

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Como futuros profesores, es interesante conocer la situación de España con respecto a otros europeos. De acuerdo con los datos que presentan el Estudio europeo de competencia lingüística (EECL) y el informe Cifras clave de la Educación 2012 de Eurydice, la media de edad de comienzo de la educación obligatoria oscila entre los 5 y los 7 años en Europa. España se sitúa en los 6 años; esta misma edad es a la que comienza obligatoriamente la enseñanza de segundas lenguas, que coincide con la media europea (5-6).

La primera lengua extranjera más estudiada en Europa es el inglés, al igual que en España. Asimismo, en la mayoría de países es obligatorio el aprendizaje de tan solo una lengua extranjera, como en el sistema educativo español. Del mismo modo, en España se establecen unas horas mínimas de enseñanza de lenguas y existen recomendaciones sobre el contenido de la formación inicial de los futuros profesores de lenguas extranjeras, como en la mayor parte de Europa.

De acuerdo con el EECL, España se sitúa en la media europea en la destreza de comprensión lectora de la primera lengua extranjera y en todas las destrezas en la segunda lengua extranjera (francés). Sin embargo, los resultados en las demás destrezas de la primera lengua extranjera están por debajo de la media europea, especialmente los de la comprensión oral.


Eurostat presenta que, en general, los españoles solo conocen una lengua extranjera, al contrario que en otros países de pequeño tamaño. El Eurobarómetro sitúa a los españoles por detrás de la media europea en cuanto a la comprensión de una segunda lengua se refiere (Europa: 54%, España: 46%) y a la comprensión de las noticias globales a través de radio y televisión en otras lenguas (Europa: 25%, España: 12%). Nuestro país obtiene sus peores resultados en comparación con otros países europeos en los informes PISA.


Uno de los países cuyo sistema educativo es más envidiado es Finlandia, que obtiene unos resultados claramente mejores a los españoles. A grandes rasgos pueden parecer sistemas similares, pero hay ciertas características especiales del sistema finlandés que conviene pararse a analizar: estructurales, sociales y educativas.

Estructurales
En Finlandia resulta complicado acceder a los estudios que habilitan para la docencia, por lo que solo un 10-15% de los solicitantes consiguen entrar. También los equipos de profesores que se crean en las escuelas están muy consolidados pues el director elige al cuerpo docente. Asimismo, existe menos burocracia que en España y el sistema permite ofrecer clases para los padres en las propias escuelas.

Sociales
La educación es completamente gratuita, por lo que se proporciona comida, material y transporte a todos los estudiantes, creando escuelas igualitarias. Al ser escuelas públicas, los padres pueden asistir a las clases, aunque están bien comunicados con los centros gracias a una plataforma que los profesores actualizan a diario. Además, el Estado permite que los padres reciban bajas por maternidad y paternidad hasta los 3 años de los hijos de manera alternante.

Educativas
En las escuelas finlandesas, las clases duran 45 minutos y en la jornada intensiva hay 5 o 6 descansos de 15 minutos, para adaptarse a la capacidad de atención de los alumnos. En cada aula hay un número reducido de alumnos (18-20) y, si es necesario, los centros cuentan con profesores de apoyo. Además, la educación no se limita al aula, sino que otros momentos, como la comida, son aprovechados como oportunidades educativas.

Finlandia: ¿un modelo?

En mi opinión, hay características del sistema finlandés que podrían funcionar en nuestro país. Considero que se podrían adaptar los horarios muy fácilmente para crear un ambiente más propicio a la enseñanza, se podría plantear la incorporación de más profesores asistentes (auxiliares de conversación nativos para la enseñanza de idiomas sería un gran paso) e incluso el número de alumnos por clase podría reducirse. 

Podría tratar de implicarse más a los padres en la educación de sus hijos ofreciendo cursos formativos para ellos. También se puede seguir trabajando en la comunicación entre las familias y el centro: ya se han dado los primeros pasos, pues ya existen las plataformas como en Finlandia.

También sería importante trabajar la formación de los profesores, al igual que ofertar educación pública y gratuita para todos. Estos aspectos podrían ser muy difíciles de modificar debido a la cultura española y a la situación económico-política de España. Por eso considero que empezar por los demás aspectos sería un buen primer paso para intentar mejorar nuestro sistema educativo basándonos en otro que sabemos que funciona.

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