Una de las formas que
existen para evaluar las competencias y saberes de los estudiantes de idiomas
es realizar pruebas externas y objetivas. De acuerdo con la LOMCE, ahora existen las
pruebas tipo reválida, mientras que en la enseñanza de lenguas generalmente se
habla de exámenes de acreditación de nivel.
El MCER o algún sistema
equivalente son los que fijan a grandes rasgos los descriptores de nivel, es decir, los
que indican qué competencias y saberes debe dominar un alumno para considerarse
que ha alcanzado el nivel del que se examina. Aquí podemos ver una tabla en
la que aparecen breves descripciones de las cuatro destrezas: comprensión
auditiva, comprensión lectora, expresión oral y expresión escrita. En el
capítulo cuatro del MCER se detalla en distintas
escalas lo que los alumnos deben saber hacer para cada uno de los niveles y
para cada una de las destrezas.
Pero ¿cuáles son las
competencias que deben adquirir los alumnos de lenguas extranjeras? Estas
aparecen explicadas en el capítulo 5 del MCER. Se dividen en dos
grandes grupos: competencias generales y competencias comunicativas. Además, se habla también de las diferencias entre saber, competencia, destreza y estrategia. Veamos
cuáles son en la siguiente tabla:
Competencias generales
|
Competencias comunicativas
|
|
Saber
|
Conocimiento declarativo
|
Lingüísticas
Sociolingúística
Pragmáticas
|
Saber hacer
|
Destrezas y habilidades
|
|
Saber ser
|
Competencia existencial
|
|
Saber aprender
|
Capacidad de aprender
|
Como ya mencionamos
anteriormente, las pruebas de nivel se dividen en ejercicios que atienden a
distintas destrezas de la lengua, por lo que comprobamos que no se evalúan
todas las
competencias . Así pues, ¿cómo se
puede preparar a los estudiantes que se van a presentar a una prueba de nivel?
¿Deben centrarse en aquellos aspectos que se les van a evaluar en las pruebas
externas para obtener un certificado? ¿O tal vez como docentes debemos intentar
trabajar todas las destrezas aunque estas no vayan a ser evaluadas? Si el MCER presenta todas estas
competencias, deberían ser todas necesarias para mejorar el nivel de lengua
extranjera, pues aprender una lengua no consiste tan solo en desarrollar las
competencias lingüísticas sobre todo teniendo en cuenta los objetivos y la filosofía de la acción.
Hay ciertas instituciones
que ayudan a los docentes a saber qué contenidos deben tratar con sus alumnos
de acuerdo con el nivel que estén trabajando. Tomemos como ejemplo el Instituto Cervantes, que está especializado en la
enseñanza de español como lengua extranjera, pone a disposición de todo el
mundo su plan curricular. En él podemos encontrar
los contenidos, fundamentalmente lingüísticos, dividios por los niveles de
referencia para las lenguas.
Entre los apartados en
los que clasifica estos contenidos, curiosamente aparecen tres que no ttienen
división con respecto al nivel, a saber: referentes culturales, saberes y
comportamientos socioculturales y habilidades y actitudes interculturales. Así
pues, el Instituto Cervantes tiene en cuenta estos aspectos, que son
fundamentales a la hora de aprender un idioma; sin embargo, no los clasifica
dentro de ningún nivel, pues son elementos transversales que deberían estar
presentes en todos los niveles.
Viendo el panorama,
podemos deducir que es complicado para los docentes saber qué enseñar a sus
estudiantes. Si lo que queremos es prepararlos para una prueba externa de nivel,
podría ser suficiente con centrarse en los aspectos más lingüísticos de la
lengua y en que sean capaces de resolver el tipo de prueba que se les
presentará. Sin embargo, no deberíamos olvidar que aprender una lengua es algo más: el MCER habla de competencias
generales y comunicativas y todas deberían ser tenidas en cuenta. Como
docentes, deberíamos intentar trabajar todas en clase. Desde mi punto de vista,
creo que este es uno de los grandes fallos de la enseñanza de idiomas en
España: muchos alumnos tienen grandes competencias lingüísticas, pero no han
desarrollado nunca otras competencias, como la pragmática, por ejemplo. Esto podría deberse a la dinámica social y a la estructura económica, pero, en cualquier caso, es algo sobre lo que los docentes deberíamos reflexionar.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios son bienvenidos, ¡no te cortes!